Arias en Cancún
El cruce verbal entre Uribe y Chávez, presidentes de Colombia y Venezuela, fue quizá el suceso más notorio del encuentro de mandatarios de Latinoamérica y el Caribe, realizado en Yucatán hace pocos días. El Presidente Lula de Brasil calificó como histórico el propósito de conformar una nueva instancia aglutinadora de los países americanos que excluye a Estados Unidos y Canadá, a pesar que esta pretendida “unión” es otra más que se agrega a la OEA, Unasur, MERCOSUR, CAN, etc, mientras algunos países están en carrera armamentista y sus “lideres” insultan escandalosamente a mandatarios de naciones “amigas”.
De lo dicho en Cancún, el mensaje de Oscar Arias, Presidente saliente de Costa Rica, resalta como faro filosofal de democracia, desarrollo y paz para la región. Leí el discurso completo en Internet y aquí resaltó algunas palabras del ilustre Nóbel de la Paz, en su despedida del foro que representa a 600 millones de personas, de “nuestra región que ha avanzado poco en las últimas décadas”.
Dijo Arias: “Honrar la deuda con la democracia quiere decir mucho más que promulgar constituciones políticas, firmar cartas democráticas o celebrar elecciones periódicas”. Explicó que hay que construir institucionalidad confiable, fortalecer el sistema de pesos y contrapesos, garantizar la supremacía de la ley y el disfrute de derechos fundamentales. Resaltó: “No se debe confundir el origen democrático de un régimen con el funcionamiento democrático del Estado. Hay en nuestra región gobiernos que se valen de los resultados electorales para justificar su deseo de restringir libertades individuales y perseguir a sus adversarios… Un verdadero demócrata, si no tiene oposición, debe crearla… Esta región, cansada de promesas huecas y palabras, necesita una legión de estadistas cada vez más tolerantes, y no gobernantes cada vez más autoritarios”.
Reflexionó Arias que la deuda con el desarrollo no se soluciona con teorías de victimización de América Latina, sino con inversión en innovación, educación e infraestructura, promoviendo la competencia y brindando seguridad jurídica a las empresas. Destacó la necesidad de aumentar la transparencia y mejorar la efectividad de la burocracia y del cobro de tributos.
Preguntó Arias: “¿con qué derecho se queja América Latina de su pobreza si gasta, al año, casi 60.000 millones de dólares en armas y soldados?”, al referirse al pago de la deuda con la paz, ya que los verdaderos enemigos de los pueblos son el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la desigualdad, la criminalidad y la degradación del medio ambiente. Expresó: “Es lamentable que en esta Cumbre de la Unidad se reúnan países que se arman los unos contra los otros”.
Ojala que algunos mandatarios escuchen la voz sensata de un estadista como Oscar Arias, yo comparto la esperanza de “un futuro de grandeza para nuestros pueblos” con el que cerró su acertado mensaje.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO