Resultados Electorales

Publicada el 13 octubre, 2008

La primera conclusión del amplio triunfo del Sí en el referéndum del 28 de septiembre es que el pueblo quiere cambios al manejo político del pasado y aún confía plenamente en que el Presidente Rafael Correa pueda realizarlos.  El pueblo quiere gobiernos más solidarios con los pobres, control a la corrupción, seguridad, justicia y sobretodo trabajo digno para que los hijos de la Patria no deban emigrar a conseguirlo en otros continentes.  La mayoría de los que votaron positivo, no lo hicieron porque leyeron el proyecto constitucional y lo creyeron mejor que la vigente, sino principalmente como dice Mons. Mario Ruiz: “La fuerza mayor del Sí fue la personalidad del Presidente, robustecida con promesas y dones públicos a un pueblo pobre”.

En Guayaquil y algunas provincias orientales donde la oposición tiene un fuerte liderazgo el resultado fue adverso a la propuesta de Alianza País y en esos casos el análisis del voto ciudadano es más complicado.  ¿Cabe pensar que la diferencia de más de 20% en votos positivos entre Guayaquil y el resto del país (45% vs. 68%) se deba exclusivamente a una reducida campaña de Jaime Nebot por el No?  O son otros factores los que además marcan la diferencia de los electores.

Casi desde el comienzo de su presidencia, Rafael Correa viene atacando los procesos de cambio que han transformado la urbe porteña en un afán de disminuir la influencia del Alcalde, esto sin duda molesta a muchos ciudadanos que sienten diariamente los beneficios positivos de la eficiente administración municipal.  Pero hay algo más, el discurso centralizador y del socialismo del siglo XXI no pegan tan bien en una ciudad tradicionalmente defensora del liberalismo social y de su gestión autonómica; según Wellington Paredes, Guayaquil: “es sociedad mercantil capitalista, plural, abierta, moderna, liberal y de voluntariado humanista que no necesita revivir dogmas de sociedades congeladas en el tiempo”.

En Guayaquil donde esta la mayoría de clase empresarial del país, contra quienes el Presidente despotrica frecuentemente, la clase trabajadora reconoce la inmensa movilidad social que existe en la urbe, pequeños pero empeñosos emprendedores venidos de todo el país progresan con el fruto de su trabajo y en menos de una generación alcanzan prosperidad, mientras que tradicionales capitalistas si no trabajan con visión y ahínco, pierden su fortuna y status en poco tiempo. 

Pronto tendremos nuevas elecciones y el Presidente Correa desde ya se esta dedicando a hacer más obras y ofertas en la urbe para ganar el favor de los guayaquileños.  Más importante será que se aclaren los alcances socialistas de los planes gubernamentales,  entonces veremos si cambia el escepticismo guayaquileño sobre un Presidente que todavía tiene cautivado al resto del país.

Dr. Benjamín Rosales Valenzuela

Publicado en: Diario EL COMERCIO

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