NEPOTISMO

Publicada el 6 febrero, 2003

Por ese término de origen romano se entiende al ejercicio del poder llenando de cargos y favores a parientes y amigos.  Es una mala práctica política y, por extensión, cuando se la aplica en el sector privado, es una pésima práctica administrativa, tanto por el sentido ético, como por los malos resultados que produce.  Por motivos legales, en el Ecuador, desde hace pocos años, se aduce que no hay nepotismo cuando un Presidente nombra a familiares y amigos para ejercer cargos en otras unidades administrativas fuera de la propia Presidencia, cuando en realidad toda la función Ejecutiva esta bajo su ámbito de mando y acción.  Tamaño error de la ley o de interpretación de la misma, que debe ser aclarado por el Poder Legislativo. Mientras tanto, y por ese error legal, se viene practicando nepotismo a nivel presidencial en nuestro país con un grave perjuicio para la sociedad y para la buena administración de los gobiernos y del prestigio de sus practicantes.

Por cierto, no porque se nombre a familiares y amigos cercanos a importantes cargos públicos significa que existe una mala intención.  Pueden los parientes, generalmente se extiende al cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, tener muy buenas cualidades de honorabilidad y capacidad administrativa y merecer los nombramientos; pero así fuera eso cierto siempre, la práctica de nepotismo afecta negativamente al desempeño gubernamental o administrativo.  Uno de los problemas más difíciles para el presidente de un país debe ser deshacerse de un amigo o familiar cercano que no esté teniendo éxito en su gestión o que mantenerlo le causa daño político innecesariamente.  Por eso, o no lo hacen o se demoran demasiado en hacerlo, afectando irremediablemente el éxito y buena imagen de sus gobiernos y en definitiva, el progreso del país.  Sólo por evitar eso, es desaconsejable esa mala práctica.

Como toda regla, existen ciertas excepciones, como el caso de los funcionarios de carrera.  Ocupan el puesto aún antes de que el pariente político sea elegido y no cabe que se perjudiquen saliendo de los cargos.  Aún así, es preferible ubicarlos donde tengan el menor contacto laboral con la autoridad.  Muchos arguyen, por el mal ejemplo del expresidente norteamericano Kennedy, quien nombró Procurador a su hermano Robert, que hay buenas excepciones, pero en realidad no sabemos si a John le hubiera ido aún mejor si Bob hubiera sido sólo su hermano, consejero y amigo. Creo que el Presidente Gutiérrez es un hombre inteligente y bien intencionado que quiere lo mejor para el Ecuador, por lo que, más temprano que tarde, corregirá esta gran equivocación que la entendemos por su falta de experiencia y porque el nepotismo presidencial desafortunadamente se lo viene haciendo en gobiernos anteriores sin que se descalifique su práctica.  Después de todo, el discurso por el que fue elegido presidente de los ecuatorianos fue el de la lucha contra la corrupción, y en eso tiene que ser radical, extirpando toda mala práctica que pueda afectar la ética y la buena administración pública.  El Congreso, por su parte, debe aclarar las leyes para que ningún otro presidente caiga en la tentación de llenar la admistración pública con sus más allegados.

Dr. Benjamín Rosales Valenzuela

Publicado en: Diario EL COMERCIO

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