Guayaquil como destino turístico
Hace poco menos de cuatro años, pocos nos hubiéramos imaginado que nuestra querida ciudad del río Guayas pudiera ser un destino turístico internacional. Hoy estamos viendo que un creciente número de visitantes nacionales e internacionales llegan a conocer Guayaquil y sus alrededores.
Esto ha sido posible gracias a la intensa transformación que viene dándose en los últimos tres periodos de administración municipal. En efecto, Guayaquil es ahora una ciudad limpia, el proyecto de Malecón 2000 integra una serie de atractivos y resalta la relación de la ciudad con el caudaloso río, el proceso de descontaminación del Estero Salado y su propio malecón nos acerca nuevamente con el inmenso y enmarañado estuario del golfo de Guayaquil, el proceso de regeneración urbana que se esta llevando a cabo y que se ha terminado en el casco comercial y toda la avenida 9 de Octubre, el barrio del Centenario y una gran parte del Cerro Santa Ana, factores importantes en el embellecimiento de la urbe huancavilca.
A este esfuerzo municipal se suma el que ha realizado el Banco Central del Ecuador con el nuevo museo próximo a inaugurarse y el hermoso Parque Histórico que rescata nuestra tradicional arquitectura colonial. Adicionalmente, Guayaquil cuenta con otros atractivos como el Bosque Protector seco tropical de Cerro Blanco, el Jardín Botánico, y modernos centros comerciales. Estos se complementan con la oferta de recorridos a la zona bananera de Los Ríos, la ruta del Cacao y la reserva de Churute, la ruta del Sol y sus playas peninsulares.
La renovación del aeropuerto Simón Bolívar de Guayaquil le da una nueva cara a la entrada aérea de la ciudad y le permite convertirse en el ingreso directo de pasajeros que quieren visitar la región del Austro ecuatoriano que cuenta con sendos atractivos en las hermosas ciudades andinas de Cuenca y Loja, las ruinas de Ingapirca, numerosas poblaciones con encantos especiales como Vilcabamba, Gualaceo y Biblián, y desde donde van las vías a la región sur oriental del Ecuador, que todavía no ha tenido la atención que se merece por los operadores turísticos.
Los guayaquileños estamos muy orgullosos de estas transformaciones y por eso se explica el gran celo y preocupación cuando creemos que algo afea lo realizado. Esto es lo que ha pasado con la gigante estructura metálica que representa a un árbol de navidad. Más allá de las discusiones sobre el elevado costo de este símbolo pagano del nacimiento de Cristo, en una ciudad con tantas necesidades, o que si los aportes para su construcción provienen enteramente del sector privado, que no significan sino llorar sobre leche regada, están las de su ubicación. El sitio es inadecuado, daña el entorno del Cerro Santa Ana y muchos estiman peligroso por los daños que pudiera causar un accidente. Yo sugiero que el armatoste debe ser colocado en la peña que se encuentra en la mitad del río Guayas y en donde actualmente hay unas antenas. La estructura seria observada desde todo el nuevo malecón, el renovado cerro, Duran, el puente de la Unidad Nacional y las ciudadelas del norte de Guayaquil y desde Samborondón. Además puede quedarse todo el año sin representar peligro y sirviendo como porta antenas que reemplace a las actuales estructuras.
De cualquier manera Guayaquil continua convirtiéndose en un Centro de Convenciones nacionales e internacionales, sus nuevos y renovados atractivos la hacen una ciudad con un potencial de crecimiento turístico y todos debemos contribuir para que esta tendencia se fortalezca. La donación de la Compañía de Cervezas Nacionales de su antigua fabrica a la Ciudad debe ser bien aprovechada. Se menciona que una parte serviría para un Museo de Julio Jaramillo y de la música nacional. Yo propongo que también se establezca en esos predios el Museo del Cacao, fruto cuya producción ha aportado mas que ningún otro en el pasado económico de la región. En Barcelona existe un Museo del Chocolate ya que desde esa ciudad se inicio el consumo del chocolate en Europa y existe otro en Salvador de Bahía, principal región productora de cacao en Brasil.
Todo lo que se ha hecho y lo que nos falta por hacer asegura que Guayaquil tiene un promisorio futuro como destino turístico.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EXPRESO