De George Bush a Barack Obama

Publicada el 10 noviembre, 2008

Con un estrecho y dudoso margen, hace ocho años los estadounidenses eligieron como Presidente al republicano George Bush, cargo que su padre había ocupado anteriormente.  En ese entonces, el país más poderoso del mundo estaba sin rival y en pleno apogeo: gozaba de superávit fiscal, su opinión era respetada, lideraba los organismos internacionales y era prestigiada su imagen como defensor de los derechos humanos.  La llegada a la Casa Blanca del poderoso y exclusivo grupo liderado por Bush marcó la preeminencia de políticas que favorecían a las grandes empresas, excesivos gastos fiscales, disminuciones tributarias para los más ricos y posiciones extremistas en las relaciones exteriores de la principal potencia mundial.

Luego del terrible atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York, el mundo entero se solidarizó con los Estados Unidos y respaldó su lucha contra el terrorismo, hasta que, el gobierno de Bush se desenfocó e invadió Irak, sin que las razones para hacerlo hayan sido aceptadas por la ONU, ni justificadas por la mayoría de ciudadanos ilustrados del mundo.  La guerra supuestamente se ganó en pocas semanas, pero la insurrección ocasionada por mala planificación y actitudes abusivas del ejército de ocupación, la han extendido hasta ahora.  Las ilegales acciones contra prisioneros de guerra en Guantánamo y cárceles iraquíes socavaron la imagen del principal país de América.

Para reactivar la economía, el gobierno republicano propició créditos hipotecarios con excesivas facilidades que inflaron los precios de lo que se llamó “burbuja inmobiliaria”.  Cuando esta estalló hace menos de dos años, comenzó un deterioro bancario y bursátil cuyos terribles efectos todavía no terminan de mostrarse, pero que ya ha afectado a muchos norteamericanos y ciudadanos del mundo entero.

Son importantes estos antecedentes, para entender como un joven ciudadano con padre africano, puede ganar la Presidencia contra un experimentado político y héroe de guerra, en una nación con mayoría ciudadana de origen europeo y donde hasta hace poco prevalecía un marcado racismo.  Los estadounidenses han confiado su futuro al líder demócrata en espera de cambios que beneficien a la mayoría, Barack Obama ha ofrecido implementar un sistema universal de seguro medico, disminuir el déficit aumentando impuestos a los que ganan más, promover eficiencia en el uso de la energía, acabar con el conflicto en Irak, fortificar el apoyo a la lucha antiterrorista y privilegiar el diálogo en sus relaciones internacionales.

Deseamos éxito al nuevo Presidente, la solución de los problemas bélicos y económicos en esta nación, donde habitan cientos de miles de ecuatorianos y a la que exportamos nuestra mayor producción, beneficia al Ecuador y al mundo entero.

Dr. Benjamín Rosales Valenzuela

Publicado en: Diario EL COMERCIO

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