Policía Metropolitana
En las últimas semanas la Junta Cívica de Guayaquil ha lanzado la propuesta de crear una policía metropolitana para Guayaquil con el afán de combatir con mayor eficacia la delincuencia que afecta con rudeza a nuestra ciudad. La idea debe ser ampliamente discutida y seriamente considerada puesto que en la mayoría de los países más avanzados que él nuestro así es como funciona el control delincuencial; policías locales o regionales controlan el orden público, el transito, el respeto de las ordenanzas municipales y la convivencia ciudadana, mientras las policías nacionales son especializadas y encargadas de investigaciones especiales. Así es que en los Estados Unidos, por ejemplo las policías de Nueva York, Miami, Houston y todas las ciudades se encargan de cuidar el orden, el respeto a las leyes y arrestar a los que los infligen, y el FBI se encarga de investigar crímenes interestatales, delitos federales, etc. Lo propio sucede en Francia, España, y los países más desarrollados.
En el Ecuador, ciudades como Guayaquil, Quito y Cuenca pudieran hacerse cargo de la acción policial más efectivamente que lo que lo hace la Policía Nacional, debiendo este organismo mantener en esas ciudades las funciones de la Policía Judicial y de las unidades especializadas antí-secuestro y anti-motines (GIR y GOE). Obviamente deberá de realizar las labores policiales en la mayoría de los cantones que no están en capacidad de asumir esa función así como en las áreas rurales del país. La labor policial en las grandes urbes del Ecuador tendría una mayor estabilidad puesto que actualmente se sufre de una gran movilidad de los policías y de los mandos. Los oficiales cambian de puesto e incluso de lugar en donde ejercen su acción periódicamente, cuando están conociendo la ciudad con sus focos delincuenciales son transferidos a otro Comando, la tropa misma es movilizada de una región a otra desvinculándola muchas veces de su lugar de origen.
De considerarse con más profundidad esta alternativa para combatir con mayor efectividad a la delincuencia tendría que comenzarse cambiando las leyes actuales e incluso introduciendo reformas a la Constitución vigente puesto que la Fuerza Pública la conformaría no solo las Fuerza Armadas y la Policía Nacional sino también las policías locales o regionales establecidas de acuerdo a la ley que se promulgue para el efecto.
Por cierto, la alternativa de establecer policías locales en las principales urbes para reemplazar la labor de la Policía Nacional no garantiza mejores resultados en la lucha contra la delincuencia. En primer lugar, deberán de manejarse las policías metropolitanas con mucho profesionalismo para disminuir los problemas de corrupción y baja capacidad de la actual fuerza policial, y hacerlo rigurosamente a través del tiempo. Debemos acordarnos que hace más de cincuenta años se creo la Comisión de Transito del Guayas para suplir las deficiencias que tenía la Policía Nacional en materia de control de transito, que esta entidad funcionó con una buena eficiencia por casi tres décadas pero que hoy tiene serios problemas de disciplina y honestidad en su cuerpo de oficiales y vigilantes. En el caso de que se decida crear una Policía Metropolitana de Guayaquil, esta debería integrar a la actual Comisión de Transito.
Por otro lado, una de las causas principales del aumento de criminalidad radica en la ineficiencia e irresponsabilidad de nuestro sistema judicial. Muchas veces la Policía logra capturar a avezados y peligrosos delincuentes para que a las pocas semanas las deficiencias del sistema y la corrupción de las cortes los liberen. Más allá de estas anotadas advertencias, creo que el establecimiento de Policías Metropolitanas en el Ecuador sería un paso positivo para mejorar la protección ciudadana que está gravemente afectada por las deficiencias del sistema policial nacional y su introducción en la legislación nacional no haría sino reflejar lo que sucede en naciones más avanzadas.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EXPRESO