Partidos Políticos
Los partidos políticos son esenciales para el funcionamiento de las democracias modernas, solo en pequeñas comunidades se puede prescindir de ellos ejerciendo el pueblo directamente la democracia. Tenemos que partir de esa premisa para encontrar el camino para salir de la profunda crisis política por la que atraviesa el Ecuador.
El problema radica precisamente en que en nuestro país no existen partidos políticos, salvo quizás alguna excepción. Lo que tenemos son agrupaciones caciquistas, donde sus líderes escogen a dedo a los candidatos que los representan y les ordenan por celular desde Guayaquil, Quito o Panamá como deben votar en el Congreso. Estos líderes ejercen su fuerte influencia en todos los poderes del estado utilizando inclusive medios corruptos, expulsan a miembros que osen disidir de sus reales opiniones para reemplazarlos con sumisos acólitos y diseñan e imponen sistemas de designación de escaños parlamentarios que les garanticen su predominio electoral y político. Esos no son partidos democráticos sino autocracias causantes del desprestigio del Congreso, la Corte Suprema, los Tribunales Electoral y Constitucional y de la clase política en general; por eso, los ciudadanos exigen su renovación y así lo manifestarán contundentemente en la elección venidera.
Este sistema político perverso y antidemocrático, que el vulgo y los medios de comunicación lo han denominado partidocracia, nos ha sido impuesto con la ley de elecciones y partidos políticos vigente que se acomoda a los intereses de los caciques políticos ecuatorianos. El candado constitucional fue implantado en la última Asamblea de representantes de los líderes partidistas, elegidos con el sistema de plancha y troncha, para perpetuar el predominio de sus intereses particulares de poder.
De darse una nueva Asamblea, esta deberá realizar reformas constitucionales y legales que aseguren el desarrollo de verdaderos partidos políticos en el Ecuador. Estos deben integrar a ciudadanos de la misma tendencia aunque no simpaticen entre sí, por lo que no caben sino tres o cuatro grupos ya que existen pocas corrientes políticas. Para poder aglutinar a los políticos según su pensamiento, los partidos tienen que practicar democracia internamente y sus miembros deben tolerar opiniones diversas dentro de su ideología. Es importante la capacitación de sus integrantes para que utilicen prácticas democráticas como búsqueda de consensos y alternabilidad de dirigentes, entiendan y apliquen la ideología que propugnan y respeten decisiones mayoritarias, en fin, para vivir democráticamente.
Todavía está dentro de lo posible que el próximo Congreso realice los cambios que los ciudadanos exigen y el futuro político democrático nacional necesita. De no ser así, se impondrá la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Si esto ocurre, debe hacérselo poniendo a los ciudadanos en iguales condiciones electorales para acceder a ella, estén o no en las actuales agrupaciones políticas autocráticas, y que en la consulta previa en la que el pueblo determine el llamado a la Asamblea, se establezcan parámetros específicos para su accionar, de otra manera, el remedio podría resultar peor que la enfermedad.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO