Ostentación

Publicada el 26 septiembre, 2016 - Diario EL COMERCIO

En los últimos días, a propósito del juicio del ex articulista Emilio Palacio, los directores y el diario El Universo, el presidente Correa ha hecho alarde de su poder e influencia sobre el sistema judicial ecuatoriano.

Sus comentarios con sorna han impedido que se investigue la grave acusación de que el extenso fallo del juez temporal Paredes fuera introducido en un pen drive a su computadora.  Esto explicaría la rapidez con la que se dictó la sentencia pero envicia e invalida el fallo.  Desde semanas hasta horas antes de la audiencia de apelación y nulidad de esa sentencia se reemplazaron a jueces de la Segunda Sala Penal de tal manera que al menos uno de ellos no tuvo siquiera tiempo de leerla.  El juez Díaz renunció a la Sala por estar en desacuerdo con los procedimientos seguidos previos a la audiencia.  Se cambió la fecha de esta al antojo presidencial, ¿habrá sido casualidad que coincidiera con el 90 aniversario de fundación del prestigioso diario?

A pesar de que la demanda es personal, el viernes 16 se mostró todo el peso del gobierno tras el Presidente.  Un fuerte operativo militar y policial rodeó el edificio de la Corte, se impidió la presencia de la prensa pero la sala se llenó con partidarios del mandatario.  Estuvieron presentes durante la larga jornada cuatro ministros y otros altos funcionarios del régimen.  Tal parece que no tuvieron cosas más importantes que hacer.

Sin otro motivo aparente que su afán de intimidar y confrontar, el Presidente ofendió a la prestigiosa Dra. María Leonor Jiménez, quien dirige la Corte Provincial del Guayas y es reconocida por su rectitud y rechazo a cualquier influencia.  ¡No las permitió ni de quien fuera líder político del partido en que militaba su hija Cynthia Viteri!

La Sala, así presionada, ratificó dos días después la sentencia de Paredes, aunque con el voto salvado del conjuez Freire, quien consideró que hubo injuria pero solo por parte de Palacio, contra quien dictaminó una alta pena aunque más racional que la establecida en primera instancia.

La acción presidencial y la sentencia han causado irritación en un amplio sector ciudadano y rechazo internacional, aunque tenga respaldo en partidarios del mandatario agradecidos por bonos y servicios recibidos del estado.  El saldo de este escandaloso proceso es negativo para el Presidente y el Ecuador, y solo se explica como herramienta de intimidación a la libre expresión y de enriquecimiento personal.

Por el bien del país debemos esperar que en la casación de la Corte Nacional prime la justicia y se rechace esta burda ostentación del poder presidencial.  Si considera que la conjetura en el artículo de Palacio fuese injuria, deberá sancionar solo al autor de esta con proporcionada y realística multa, sin pena carcelaria que nunca es aplicable en casos como este.

Dr. Benjamín Rosales Valenzuela

Publicado en: Diario EL COMERCIO

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