Manipulación

Publicada el 1 agosto, 2011 - Diario EL COMERCIO

Es burda y vergonzosa la aparente manipulación de la justicia ecuatoriana.  En pocas horas un juez temporal estudia un caso controvertido y dicta una extensa sentencia con insólita pena por supuestas injurias.  Una burla a la inteligencia que ha recibido el rechazo nacional e internacional.  Esto ocurre mientras gran cantidad de criminales salen de las cárceles por pasar más de un año sin sentencia.  Lentitud que atenta a la seguridad de los ecuatorianos en muchos casos, y en este, obsecuente premura en cumplir los deseos del mandatario de castrar la libertad de expresión en el país.

En el caso de Correa vs. Palacio y el diario “El Universo” se debería analizar los hechos del 30 S, pues de eso trata el artículo “No a las mentiras” que motiva la querella.  Un juez probo debe llamar a los jefes militares que dirigieron el operativo a declarar sobre las órdenes que recibieron para “rescatar” al Presidente, supuestamente secuestrado.  Debe analizar las circunstancias del ataque al hospital policial.  ¿Quién dio la orden de asaltarlo?  ¿Cuál fue esa orden?  ¿Hubo disposición de disparar a discreción como afirma Palacio?  Si no fue así, ¿por que se dieron los disparos que causaron muertos y heridos?  Si hubo la propuesta policial de hacer calle de honor para que salga el Presidente en la tarde, ¿porque no se la acepto?  ¿Hubo razones políticas en esa decisión?  Estas cosas debe un juez investigar para discernir si hay calumnia en el escrito de Emilio Palacio, a más de analizar los verbos condicionales utilizados, para decidir sobre la causa.

En cualquier caso, de haber injurias por parte del columnista de “El Universo”, solo él sería responsable de esta, nunca el medio ni sus directivos, así como yo soy responsable de lo que expreso en este diario que publica mi libre pensamiento.  Es totalmente absurdo que se acuse, y peor se condene, al diario y a sus ejecutivos por lo que exprese un articulista. 

Es paradójico que quien presente la querella judicial por injurias sea Rafael Correa, quien cada sábado insulta, denigra y vocifera contra cualquier ciudadano que piensa diferente a él, dando un terrible mal ejemplo de agresividad, intolerancia y vulgaridad a los ciudadanos cuando debería respetar la majestad del cargo que ocupa.  La demanda presentada y el descabellado monto reclamado revelan un descarado cinismo y afán de destrucción, pues los millones pretendidos podrían causar quiebra de personas y empresas y constituirían un enriquecimiento injustificado del querellante.

El país necesita que el gobierno deje a un lado estos escandalosos juicios que afectan su credibilidad, se reconcilie con la Policía Nacional y dedique a luchar contra el auge delincuencial que tanto afecta a los ciudadanos.

Dr. Benjamín Rosales Valenzuela

Publicado en: Diario EL COMERCIO

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