La Arquitectura tradicional de Guayaquil
El peculiar estilo de construcción que se uso en Guayaquil hasta comienzos de este siglo, estaba dado por el cálido clima de nuestro ambiente tropical y una inmensa disponibilidad de excelente madera. Los espacios de vivienda en la planta alta, los tumbados muy altos con ventilación cruzada, las grandes ventanas cerradas, con las típicas chazas que protegen del ardiente sol pero permiten el cruce de la refrescante brisa; hacen de nuestra arquitectura tradicional, un arte digno de admiración y preservación.
Ya pocas casas de madera quedan en el Centro de la Ciudad. Y de las que siguen paradas, muy pocas están bien conservadas. Hace unos años, el Banco Central del Ecuador, desarmó y almacenó algunas reliquias históricas evitando su total destrucción. Estas se encuentran en algún lugar abandonadas.
En el barrio de Las Peñas se conservan algunas valiosas casas antiguas, en ese tradicional sector se están desarrollado actividades turísticas: restaurantes, galerías de arte, tiendas de artesanía. Su futuro empero es dudoso por lo limitado de su espacio. Existe, sin embargo, una extensa área que pudiera integrarse al pequeño barrio y viabilizar el diseño de una gran muestra de nuestra arquitectura tradicional, que sirva a la vez, de centro turístico de la Ciudad. Este sitio que tiene esas características especiales, pertenece a la Escuela Superior Politécnica del Litoral, y aunque ya no funciona ahí ese importantisimo centro de estudios, presumimos que el alquiler de los locales le aportan significativos recursos.
Yo creo que uniendo voluntades y recursos, de la Escuela Politécnica, del Municipio porteño, del Banco Central del Ecuador y del gremio turístico de la Ciudad; se puede formar una Fundación para que habilite el sitio mencionado. Se debería ubicar en ella las estructuras de madera que tiene el Banco Central almacenadas y otras con valor arquitectónico que se están deteriorando en diferentes lugares de la urbe. En algunos casos solo son recuperables sus fachadas; en esos, estas se pudieran adosar a los galpones ya construidos en el sitio. Las que están mejor preservadas pueden armarse en los espacios vacíos. Toda el área, junto al ya existente Barrio de Las Peñas, tendría una hermosa ambientación del “Guayaquil Antiguo”.
La Fundación sugerida, además de llevar a cabo la planificación del proyecto turístico considerando las necesidades de parqueo y de circulación; coordinaría las obras y posteriormente tendría que darle mantenimiento a las estructuras, alquilaría los locales, promovería la concurrencia de nacionales y extranjeros, y resarciría a la Escuela Politécnica de una renta equivalente a los actuales ingresos que la propiedad le produce. El objetivo no solo sería el de preservar la riqueza arquitectónica del pasado colonial guayaquileño, sino también el desarrollar el turismo hacia nuestra Ciudad. Esto deberá lograrse sin perjudicar económicamente a la institución educativa dueña del gran predio que deberá de ocuparse para el efecto.
Quien deberá de promover esta idea? Puede ser el Frente Cívico de Guayaquil? O el empeño conjunto de los dos ilustres ciudadanos que encabezan el Municipio y la Gobernación de la Provincia quizá pueda ser más efectivo? Sin lugar a dudas, para que se haga realidad, deberá de ser apoyada por las Cámaras de Comercio, de Industrias y de Pequeña Industria. Los mas interesados deben de ser los agentes turísticos y la propia Politécnica del Litoral. La Fundación Francisco de Orellana puede orientar sus esfuerzos a concretar ideas como la aquí planteada.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EXPRESO