Ex Presidentes Pendencieros
En el Ecuador, hemos tenido mala suerte con nuestros ex Presidentes: en vez de contar con ilustres ciudadanos que con prudencia y sabiduría ayuden a guiar los destinos del país, ya sea con consejos o reflexiones, expresados de manera individual y – en ocasiones especiales – de manera colectiva, tenemos a unos individuos que se pelean entre ellos por diversas razones que de ninguna manera son constructivas para el progreso económico y moral de nuestro querida Nación.
El Dr. Borja no se lleva con el Dr. Hurtado, el Ing. Febres-Cordero desprecia a su antecesor ex demócrata popular, todos odian y temen al loco de Panamá y desplantan al Arq. Duran –Ballén, que quizá es el único que no se mete con ninguno. Ahora tenemos un segundo round de una pelea que comenzó en el gobierno anterior entre el entonces Presidente Noboa y el líder socialcristiano, el exitoso y renovador ex Alcalde de Guayaquil.
A muchos les ha sorprendido la naturaleza de la denuncia presentada por el Ing. Febres-Cordero. Cuando se anunció la primera visita al Congreso Nacional del popular diputado guayaquileño, se especulaba sobre denuncias sobre inexplicables descuidos de los administradores de la A.G.D. y de los bancos en manos del Estado en el cobro de las deudas, o de malos manejos en Pacifictel o en las empresas eléctricas. Pero ésta fue en realidad contra la renegociación de la deuda liderada por el Eco. Jorge Gallardo, la cual asombra por el elevadísimo monto de la cifra de la pérdida estatal denunciada y el carácter especulativo de las circunstancias que la ocasionarían. Tenemos que suponer cuál sería el precio en que se hubiera vendido el petróleo cuando el Ecuador tenía muy poca credibilidad por la moratoria de pago decretada. ¿Y si el Petróleo subía como en realidad subió? Además debemos suponer que los papeles Brady de la deuda iban a mantener un precio bajo aún cuando el estado comenzara a comprarlos y que se hubiera podido lograr un menor interés en los papeles renegociados.
La denuncia también se refiere al monto de la comisión pagada a la firma que manejó la operación y a ilegalidades en el uso de saldos, asuntos que se pudieran investigar y definir con la opinión de expertos pero que no son lo medular de la acusación hecha por el popular diputado.
La desafortunada bronca entre estos dos ex presidentes guayaquileños, miembros de familias ancestralmente allegadas, ha entrado en el campo judicial, en donde dice el Dr. Noboa que algunas veces pesa no sólo la legalidad y racionalidad sino también la influencia política de su contrincante. Tamaño daño que le hacen a la Patria los dos ex mandatarios con su pública y enconada pendencia. Mala imagen internacional y mal ejemplo para nuestra juventud.
En vez de estos frustrantes enfrentamientos, los ecuatorianos quisiéramos ver a nuestros ex gobernantes presentando propuestas que ayuden a resolver los grandes problemas nacionales, que lideren los esfuerzos de lucha contra la corrupción, que promuevan la renovación del sistema de seguridad social, que impulsen la descentralización de la educación. Cuán diferente sería el Ecuador y cuánto podríamos progresar si se tuvieran más respeto nuestros dirigentes políticos, si tuviéramos como líderes a visionarios estadistas, tolerantes de la opinión.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO