“De la antigua Jocay a Manta”

Publicada el 11 junio, 2012

En este trabajo vamos a referirnos a la intensa relación entre la Arqueología y la Historia, especialmente en un país como Ecuador, donde el pasado documentado es un periodo sumamente corto, y sin embargo, los pueblos que habitaron este territorio tuvieron miles de años de desarrollo cultural que para estudiar, hay que acudir a la Arqueología.  No es coincidencia que Federico González Suarez, y Jacinto Jijón y Caamaño, fundadores de la Academia Nacional de Historia, hace poco más de cien años, hayan sido tanto arqueólogos como historiadores. 

La Arqueología, juega pues, un papel fundamental para investigar la Historia de Manabí y sus ciudades.  El arqueólogo Marshall Saville hizo tres expediciones a Manabí, en 1906, 1907 y 1908, financiado por la Fundación George G. Heye.  Impresionado por los vestigios de sociedades avanzadas en este territorio, propició la publicación de la obra “Las Antigüedades de Manabí, Ecuador”, que se realizó en dos tomos, el primero “Un Informe Preliminar” en 1907, y el segundo, “Un Reporte Final”, en 1910.  El lanzamiento del primer tomo de la obra de Saville suscitó la publicación de un reportaje de una página en “The New York Times” titulado “Una Raza Desconocida Encontrada en el Trópico,”[1] sobre los habitantes prehispánicos de Manabí en la edición del 22 de septiembre de 1907.     


[1]Las Antigüedades de Manabí, Ecuador”. Traducción e introducción Benjamín Rosales V.  Pág. IX.

Déjanos un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *