Caral

Publicada el 5 julio, 2010 - Diario EL COMERCIO

Hace dos semanas visité Lima por asuntos familiares y aproveché para solicitar visitas a académicos peruanos.  El director y dos miembros de la ANH del Perú, luego de la reunión en la Casa de Osambela, me invitaron a almorzar en el centro de la ciudad de los virreyes.  Conversamos sobre el apoyo que debemos dar para que investigadores nacionales cuenten con el respaldo de nuestras instituciones y se ayuden mutuamente en la búsqueda de información en archivos de nuestros dos países; y también de conferencias que podemos organizar para intercambiar ideas, visiones y conocimientos.

En noviembre del año pasado, en este diario, leí un reportaje sobre Caral, y la antigüedad de este grandioso sitio que tiene monumentales pirámides y ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.  Para conocer más sobre los avances y descubrimientos de la arqueología peruana, visité y tuve una interesante entrevista con la Dra.Ruth Shady, sobre este y otros sitios de la costa del Perú, especialmente aquellos hacia el norte de Lima.  Caral y sitios aledaños están ubicados cerca del mar, en un valle a 350 msnm., donde se producía camote, frijol, zapallo, papa, maní, entre otros alimentos, y algodón en grandes cantidades, lo que con la fabricación de textiles, seguramente constituía la base de su próspera economía. 

Los habitantes de Caral, desde 3000 A.C. comerciaban con los de la costa, sierra y amazonia, que los peruanos llaman selva, lo que se comprueba con la existencia de vestigios de todo tipo de marisco, piedras y maderas de esas regiones.  La Dra. Shady está convencida de que las relaciones, aún en épocas tan remotas, de los pueblos de Caral con los de Ecuador era una realidad, lo que se confirma con la existencia de Spondylus en los sitios arqueológicos.

Resulta curioso sin embargo, que no se haya encontrado cerámica en Caral, a pesar que en Valdivia, cultura de nuestra costa desarrollada entre 3500 y 1800 A.C., se utilizaban técnicas para cocer el barro.

De la conversación con la reconocida arqueóloga peruana me quedó la certeza que mucho tenemos que estudiar los conocimientos arqueológicos, antropológicos y lingüísticos que se han y están haciendo en el Perú, para enriquecer estas ciencias en nuestro país, y entender más sobre el origen y alcance de ancestrales relaciones.

Hace bien el gobierno nacional, invirtiendo en la recuperación de los sitios en el cerro Jaboncillo e impulsando investigaciones y estudios arqueológicos que nos ayuden a conocer el avance cultural de los pueblos que habitaron Ecuador, y la arraigada y antigua experiencia comercial.

A mi me queda pendiente una visita, no solo al sitio de Caral, sino a Sipán, Ventarrón, Sical, las Huacas del Sol y la Luna, Chanchán y otros, cuyos pueblos tenían amplias relaciones con culturas ecuatorianas.

Dr. Benjamín Rosales Valenzuela

Publicado en: Diario EL COMERCIO

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