Bárbara irresponsabilidad
El Ministerio de Obras Públicas y la Cancillería, según datos de la prensa nacional, están procurando recibir del Gobierno de Brasil, el financiamiento para la construcción de un aeropuerto internacional en Tena. Más allá de que el país, con los trabajos que se están haciendo en el aeropuerto de Cuenca, cuenta ya con cuatro aeródromos internacionales, si es que se estimare necesario tener uno en la región oriental, debería de convertirse en tal, a un costo muchísimo menor, a una de las cuatro excelentes instalaciones que ya existen en Lago Agrio, El Coca, Mera y Patuca.
No estamos en contra de que se hagan obras en algún sitio del Ecuador, ciudades como Tena merecen apoyo estatal que las ayuden a resaltar su vocación turística, pero no se puede engañar demagógicamente a una población ofreciéndole ser un punto estratégico del proyectado Eje Multimodal Manta-Manaos, al construirse ahí un aeropuerto de setenta millones de dólares. Habiendo ya un aeropuerto internacional en Manta, es ilógico llevar en barco hasta ese puerto mercadería proveniente de otros puntos del Pacifico, para transportarla por tierra al Tena y luego embarcarla por avión desde ahí. Ante la imposibilidad física de embarcar contenedores en canoas, que es el tipo de transporte que permite el Río Napo en Misahuallí, puerto cercano del valle en el que se encuentra la agradable ciudad oriental, el gobierno ofrece, sin sentido nacionalista ni económico, invertir recursos de un nuevo empréstito en un gran elefante blanco. Y que conste que nadie ha desmentido la insólita noticia de esta pretendida construcción.
Sorprende la impávida actitud de la Cancillería, sobretodo cuando el Ministro es un experimentado funcionario de carrera, que conoce las posibilidades y necesidades del Ecuador y sabe la urgencia de iniciar cuanto antes el tránsito de personas y el comercio por rutas amazónicas. Derecho que fuere el único real beneficio, además de la esperanza de paz duradera con nuestro vecino del sur, que nos reconocieron los Acuerdos de Paz firmados en octubre de 1998.
En el artículo 21 del Acuerdo Amplio Peruano-Ecuatoriano de Integración Fronteriza, Desarrollo y Vecindad, las partes se comprometieron “a desarrollar y construir el eje de interconexión vial Méndez-Yaupi-Borja”. Esta vía le permitirá al Ecuador acceder por vía terrestre a un puerto en el Marañón, sitio desde donde se puede implementar de mejor manera un transporte intermodal de cargas entre el puerto ecuatoriano de aguas profundas en el Pacifico con la cuenca amazónica y su conexión en el Atlántico. ¡Nada se ha hecho por parte de este gobierno para cumplir y hacer cumplir este compromiso! Ni siquiera se ha dispuesto la terminación de la vía Méndez-Morona y la construcción de un puerto en ese río, que nos permitiría empezar el comercio amazónico de inmediato, sin esperar que el Perú cumpla con su formal acuerdo. Estas obras son de real beneficio para la región amazónica y la Patria entera, y reivindicarían los valientes sacrificios de nuestros soldados en la Guerra del Cenepa de 1995. Abrir esta importante ruta comercial tendría un menor costo y sin duda el Gobierno de Brasil estaría dispuesto a financiarla. Anteponer ofertas demagógicas sería una bárbara irresponsabilidad.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO