Salario Digno
El Presidente Correa ha introducido el concepto de salario digno, cuantificado en 320 dólares y calculado en base a la canasta básica, que está sobre los quinientos dólares, y a que 1.6 miembros de una familia de cuatro trabajen. En una oferta bastante confusa, ha ofrecido que el sueldo mínimo deberá alcanzar ese salario digno en un futuro próximo.
No podemos negar que el concepto y objetivo de que todos los trabajadores tengan un salario digno es un ideal deseable, pero la aplicación de esta propuesta puede destruir más empleos e impedir la creación de nuevos, que la causada por el mandato 8, que impide el trabajo temporal y por horas. Un idealismo utópico que si se aplica, puede perjudicar la lucha por disminuir la pobreza en el país en vez de beneficiarla.
En las grandes compañías comerciales o de servicio que no tendrían inconvenientes en alcanzar esos niveles salariales, muy pocos empleados tienen sueldos por debajo de 320 dólares, seguramente jóvenes que recién inician su ciclo de trabajo, Pero es imposible alcanzar ese salario mínimo para la mayoría de pequeñas y medianas empresas, sin afectar su desarrollo y aún su existencia misma. Ahora bien, la canasta básica es teóricamente calculada para pobladores de las grandes ciudades, pero para muchos trabajadores de plantaciones de banano, flores, brócoli o cacao, que viven en parroquias rurales de Salcedo, Baba, Pasaje o Cayambe, el actual ingreso mínimo, que incluye salario y otros componentes además del aporte al seguro social, satisface, aunque estrechamente, sus necesidades básicas.
Si se aumenta el salario mínimo a niveles idealistas, muchas empresas, especialmente las pequeñas, medianas y agrícolas, perderían competitividad con respecto a las de países vecinos y desaparecerían, otras se atomizarían entrando en la informalidad. El resultado sería que miles de ecuatorianos perderían el trabajo que actualmente tienen. Me pregunto: ¿sería más digno estar desempleado y enlistarse para recibir el bono de la pobreza que recibir un ingreso mensual de 250 dólares? (incluye salario mínimo actual, decimos, reserva, etc.)
Los afanes de la revolución ciudadana por favorecer al trabajador ecuatoriano ya han causado la destrucción de numerosas fuentes de empleo. La inflexibilidad laboral desmotiva la creación de nuevos negocios porque en la vida real hay actividades temporales (dos o tres meses al año), trabajadores y empleadores con posibilidades de emplearse o emplear por tres o cuatro horas al día, por lo que los idealistas de la revolución, con su falta de realismo y experiencia, ya han perjudicado el mercado laboral.
El salario digno, nos parece una propuesta demagógica presentada como cortina de humo para tapar la irresponsabilidad e imprevisión gubernamental causantes de la emergencia eléctrica, que si se aplica, puede causar daños aún más destructivos a la economía ecuatoriana.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO