La Punta de Santa Elena
Desde las primeras crónicas de la conquista española de Sudamérica se llamó Santa Elena a la hermosa saliente terrestre que penetra al mar con su imponente morro al oeste de Guayaquil. Durante la Colonia e inicios de la República, la región proveía sal, pescado y copé para calafatear naves, tan solo a comienzos del siglo XX Salinas se convirtió en popular balneario y la explotación de hidrocarburos en Ancón y Cautivo le dio a la Península industria y mayor desarrollo comercial.
La punta es uno de los sitios más sobresalientes al occidente de Sudamérica, y marca el norte del Golfo de Guayaquil, el mayor del oeste del continente; tiene espectaculares rompientes de mar en rocosos acantilados, hermosas playas blancas y una impresionante vista desde lo alto del morro, pero ha estado prácticamente ocultada del público desde que se estableció ahí una base militar de los Estados Unidos durante la segunda guerra mundial hace 75 años. Entonces los pescadores que habitaban el extremo oeste de la bahía de Salinas fueron trasladados a Santa Rosa, donde hoy está el puerto pesquero artesanal. La base se transfirió al Ecuador después de la guerra, pero el acceso al sitio continuó restringido. A la Chocolatera se accedía solo en ciertas ocasiones, los surfistas que practican ese deporte en la playa de la FAE debían tramitar anualmente un permiso para hacerlo. Subir al morro para disfrutar la estupenda vista era privilegio de muy pocos.
Ahora esto ha cambiado. El gobierno ha dispuesto la apertura de este espectacular paraje a turistas nacionales y extranjeros, los surfistas y bañistas pueden disfrutar del mar y las playas, han instalado barandas en la lobería y chocolatera para proteger a los visitantes que disfrutan observando lobos marinos, ballenas, variedad de pájaros, hermosas rompientes, atardeceres y acantilados. Nuevos senderos para caminar, trotar y andar en bicicleta están disponibles y en el cerro hay un atractivo mirador, que se pueden aprovechar desde temprano en la mañana. Sin duda una excelente decisión que beneficiara al desarrollo turístico de la provincia de Santa Elena. El monto invertido no puede haber sido mayor, y estaría bien justificado con la gran cantidad de visitantes que se ven en la Puntilla desde fin de año pasado.
Para que el turismo siga creciendo en el país no solo debe ponerse en valor hermosos sitios como este, es fundamental que las autoridades locales y provinciales recojan la basura y controlen la salubridad pública. Días atrás recorrí en bicicleta zonas costeras entre San Lorenzo y La Libertad, y tuve el desagrado de ver instalaciones pesqueras que botan fluidos infectados sin ningún control y basurales por doquier. ¡Una barbaridad que ocurre en muchas poblaciones de la costa y del país entero! Es un problema de gestión municipal, pero también cultural pues muchos ciudadanos tiran desperdicios en lugares públicos. Para cambiar eso vale la pena que el gobierno invierta en campañas mediáticas y que el Presidente dedique tiempo en las sabatinas. Para que “All you need is Ecuador” atraiga turistas que regresen y promuevan nuevas visitas, es necesario tener un país limpio.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO