Turismo y Seguridad
En las últimas tres semanas he visitado sectores de Liguria, Piamonte, Lombardía, Aragón, Cataluña y Andalucía, regiones de Italia y España, donde florece el turismo. Miles de americanos, asiáticos y europeos recorren con interés museos y sitios históricos, pagando altos precios, y llenan hoteles, cafeterías, restaurantes. En gran cantidad de establecimientos trabajan inmigrantes, entre los cuales hay muchos ecuatorianos.
Es grave la crisis de empleo en España que ha sido causada, en gran parte, por el desplome de una burbuja inmobiliaria motivada por excesivos financiamientos de una banca especulativa e incontrolada y porque se acabaron grandes proyectos estatales. Los trabajos en construcción se desplomaron, pero subsisten abundantes empleos en la industria del turismo. El número de visitantes a España no solo que se mantiene, sino que aumenta, el ministro de Industria de ese país ha previsto que en 2011 llegarán más de 56 millones de turistas. Siendo ese crecimiento un factor fundamental para la recuperación económica de la nación ibérica.
Reflexionaba como a pesar de los gastos desplegados en los últimos años por el Ministerio de Turismo de Ecuador, la cantidad de turistas a nuestro país no aumenta. De hecho, a pesar de que no existen estadísticas confiables, porque se mezcla extranjeros que vienen a “refugiarse” con aquellos que visitan y consumen, es posible que el crecimiento turístico que había hace un lustro este disminuyendo.
Conversando con una familia ecuatoriana, inmigrantes en Barcelona que afortunadamente tienen trabajo, sobre sus planes de visita al Ecuador, me dijeron que a pesar de que aquí tienen familiares dónde hospedarse, prefieren tomar sus vacaciones en otros lugares de España pues hace tres años tuvieron una mala experiencia: fueron asaltados cuando llegaban a la casa donde se alojarían y a pesar de las denuncias y esfuerzos realizados, no recuperaron nada. Me refirieron casos de amigos que habían sido asaltados en Manta y Quito. Quisieran visitar Ecuador, pero veían muchos riesgos. Poco pude argumentar en contrario, pues conozco de robos y asaltos a familiares y amigos en plena vía pública de Guayaquil, realmente vivimos en constante angustia y preocupación a ser víctimas de un atraco.
Una condición fundamental para el desarrollo del turismo es laseguridad pública, en todos los lugares donde abundan visitantes se puede andar con tranquilidad. Es lógico que pocas personas quieran arriesgarse a conocer o visitar sitios donde hay una delincuencia descontrolada. Mientras el estado no resuelva este problema, es preferible cortar gastos para promover turismo, incluso cerrar el Ministerio, y no desperdiciar recursos que pueden usarse mejor en apresar a tantos asaltantes sueltos.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO