Renovadas Esperanzas
Estuve fuera del país los días finales del gobierno del Coronel Gutiérrez y los primeros del Dr. Palacio, y esperado hasta ahora, luego de cuarenta días del cambio, para opinar con mayor propiedad. Existe una diferencia cualitativa en la forma y en el fondo de los procedéres de los presidentes y sus gobiernos, que nos dan renovadas esperanzas en el futuro político, social y económico de la República. Sin ser necesario comentar sobre la irregularidad de la sucesión presidencial, ni del poder demostrado por la ciudadanía capitalina, o la decisiva influencia castrense en el proceso, es preciso considerar algunas positivas actitudes del nuevo Poder Ejecutivo que nos dan aliento.
Con la clara dirección del Canciller Parra Gil, estamos regresando a una política internacional de respeto a la dignidad y soberanía de la Patria, a la voluntad bolivariana de nuestro pueblo, a la necesidad histórica de integración sudamericana y a los derechos universales del hombre y a una organización jurídica internacional.
El Ministro de Economía Correa, esta dando un giro que oxigena a la política económica ecuatoriana que en la última década ha estado regido por un neoliberalismo fundamentalista impuesto desde afuera. En efecto, los cambios propuestos en el Feirep liberan al estado de una obligación de recompra de deuda que lo único que ha logrado es subir especulativamente el costo de la misma. Los anuncios de revisión de los contratos petroleros son necesarios para poder recuperar una mínima equidad y justicia en el reparto de la renta de los hidrocarburos; estos acuerdos fueron mal negociados cuando el valor del barril de petróleo estaba por debajo de los veinte dólares, sin considerar su variación. Ahora que este supera los cuarenta dólares, el mal reparto mes evidente, ante inversiones y costos que básicamente no han variado.
La anunciada inversión en salud y educación por parte del gobierno es laudable. Eso es lo que necesita el pueblo y el Ecuador para progresar. El seguro universal sería un logro básico en el bienestar ciudadano. Los planes que se desarrollen en el sector educativo deberán contemplar procesos de descentralización que permitan mejorar sustancialmente la deficiente educación pública, contando con el apoyo de educadores comprometidos con la Patria y no con el sindicalismo retrogrado y abusivo que la tiene en un mediocre estado.
El tema de las reformas constitucionales demandadas por la ciudadanía en los acontecimientos del mes de abril pasado, y que no podrán los políticos soslayarlas, ha encargado el mandatario al Dr. Serrano Aguilar, prestigiado hombre público azuayo, para receptar las opiniones y el sentir nacional y preparar una consulta popular. Esta pudiera lograr, directamente ciertos cambios fundamentales que mejoren la representatividad que resulta del sistema electoral vigente, y la convocatoria a una Asamblea Constitucional que resuelva asuntos que la partidocrácia nacional impidió hacer a la Asamblea anterior. ¡Suficiente para tener renovadas esperanzas!
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO