Presagio griego
La crisis económica que afecta a Grecia y las drásticas medidas que esa nación ha tomado para paliarla sirven como advertencia para que otros países, igualmente irresponsables en el manejo de las finanzas públicas, rectifiquen a tiempo; o, ser un presagio de lo que se les (nos) viene, si no se limitan los gastos y aumenta la inversión y productividad.
Según agencias internacionales, desde 2004 al 2009, el primer ministro griego Caramanlís contrató más de cien mil nuevos funcionarios y subió los sueldos de los empleados públicos en el 70%, creando un descontrol tal del gasto estatal, que el déficit en el último año fue superior al 13%, aunque las autoridades oficialmente reconocieran uno debajo del 7%. A Grecia le beneficia ser parte de la Unión Europea ya que los miembros más poderosos de ese proceso integrador han debido darle un fuerte apoyo financiero, que junto a las duras medidas, le podría permitir salir de la grave crisis en relativamente poco tiempo.
España, Portugal, Italia y otras democracias europeas se están anticipando a tomar medidas de austeridad, reducción de salarios de empleados públicos, pensiones y subvenciones, para conseguir la ayuda financiera de la Unión Europea y organismos internacionales que seguramente necesitarán para salir de la crisis que se les avecina.
En Ecuador hace apenas diez años estábamos en una grave crisis causada por el bajo precio del petróleo, daños causados por el fenómeno del niño y la mala supervisión bancaria. En aquella ocasión para superar el deterioro económico, recurrimos a la dolarización, refinanciamiento de deudas y el Fondo Monetario Internacional.
La economía nacional ha crecido en este lustro a pesar de la falta de incentivos estatales a la inversión privada, gracias a los elevados precios del petróleo. Pero esa afortunada circunstancia no durará indefinidamente, con la crisis mundial bien puede bajar el precio más de 15 o 20 dólares por barril, entonces nuestra economía entrará en serios problemas, más aún cuando la producción petrolera está bajando por falta de inversión y el boicot del ecologismo indígena.
El gobierno de Correa ha duplicado el gasto público, aumentado la cantidad de funcionarios, los salarios de la burocracia han sido equiparados con los de la llamada “dorada”, se ha aumentado el subsidio de la pobreza y creado muchos más. Una receta demagógica para llevar al Ecuador a una nueva crisis económica. Si no hay una eficaz reacción de las autoridades tomando urgentes medidas preventivas, la crisis griega puede ser un siniestro presagio de lo que sucederá en Ecuador. En nuestro caso, por el reciente manejo de nuestra deuda externa nos seria muy difícil conseguir el financiamiento que podamos requerir.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO