Perspectiva electoral
Estamos a poco más de un año de las elecciones presidenciales. Eso quiere decir que en menos de seis meses deberíamos saber quiénes serán los candidatos. Pocas dudas tenemos que el presidente Correa se lance a la reelección y que sea, de largo, el que más opciones tenga de ganar la contienda electoral. Es más, debe haber una real posibilidad que RC gane sin que haya segunda vuelta. Esto es posible por la alta popularidad que goza el Mandatario y el gran control que tiene sobre los medios de comunicación.
El favor ciudadano del Presidente se debe, en gran parte, a que su Gobierno ha contado con extraordinarios ingresos, gracias al elevado precio del petróleo y una mejor recaudación fiscal, que directa o indirectamente han beneficiado a ciudadanos y a la economía en general. Sin embargo, hay que analizar otros aspectos que expliquen el fanatismo, casi mesiánico, que le profesan muchas personas a RC. Algunos piensan que nuestra democracia ha sido indisciplinada, a veces caótica, en la que cada grupo empresarial o gremial a través de influencias políticas obtenía canonjías; es bueno que ahora tengamos un gobierno autoritario con un líder poderoso que impone su criterio, así esté equivocado y lo haga rompiendo toda norma.
Siendo difícil que pierda Correa en la próxima contienda electoral, para que esto pueda ocurrir es fundamental la unión de todas las fuerzas democráticas. Dado el tradicional antagonismo en Ecuador entre demócratas de distinta tendencia, sería más probable que este proceso se de en dos etapas, primero con la unión en dos o tres agrupaciones de movimientos de una misma tendencia, y luego, con el apoyo de todos estos al que pase a la segunda vuelta. No es fácil que ocurra ese proceso sin contratiempos, de hecho este sería más factible si se encuentra un personaje que pueda conciliar los extremos políticos con propuestas equilibradas. Y por cierto, deben entender los grupos democráticos, que existe el riesgo que Correa profundice, como parece pretender, el ejercicio de un modelo despótico de gobierno, como de Chávez en Venezuela.
La primera parte de esta necesaria unión se ha iniciado. El movimiento Participación busca aglutinar a las fuerzas de la izquierda, mientras Concertación avanza en sus esfuerzos por ligar a políticos de centro. No está claro si otros grupos aspiran juntar a la derecha, o dejar aislado al ya tradicional candidato del capitalismo demagógico y aliarse con el centro.
Analistas internacionales comentan de los extremos en que suelen caer los políticos ecuatorianos, tendemos a ver todo como blanco o negro, sin mirar el justo medio. Si esto cambia, no dudo que al presidente Correa se lo pueda vencer en las urnas, el resultado de la última consulta así lo confirma. En cualquier caso, la unión de demócratas impediría que RC domine todos los poderes.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO