Ollanta y Keiko
Los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta para la Presidencia de Perú son populistas pero de dos tendencias económicas distintas. Ollanta Humala, el teniente coronel golpista que perdió ante Alan García en la elección de hace cinco años, sigue la línea chavista de cambiar la constitución, atacar a medios independientes, propiciar confrontaciones de clases y extremar nacionalismos; Keiko Fujimori tiene solo 36 años, ha sido primera dama y diputada, en el 2009 inicio Fuerza 2011 con el apoyo de partidarios de su padre y propicia continuar la apertura económica que ha impulsado el desarrollo peruano desde que fue implantada por el ex Presidente Alberto Fujimori y que ha sido mantenida con éxito por sus sucesores, Paniagua, Toledo y García. Por los antecedentes totalitarios de ambos, manifestados en el discurso y pasado golpista de Humala, y en la actuación de su progenitor en el caso de Fujimori, el galardonado escritor Mario Vargas Llosa dijo antes de la primera vuelta electoral que esas opciones serian para Perú como elegir entre el sida y el cáncer.
Hace pocos días fui a Perú a conocer sitios arqueológicos en la costa norte y pude ver la intensa campaña electoral: Fujimori visitó Trujillo el domingo 15 de mayo acompañada por el ex alcalde de Nueva York Giuliani, quien la asesora en un programa para mejorar la seguridad ciudadana que es parte de su propuesta política, y el martes 17 oí a Humala en la Plaza de Armas, frente al hotel en que me alojé, dando un largo discurso en el que ofrecía luchar contra los medios y la explotación extranjera de minas y petróleo, mejorar los servicios de salud y establecer bonos para los pobres. Estilo y ofertas bien conocidos por los ecuatorianos ya que tienen la marca chavista del “socialismo del siglo XXI”.
A pesar de que en la primera vuelta Humala superó a Fujimori por casi 10 puntos porcentuales, en las últimas encuestas la joven y sesuda Keiko supera con un mínimo margen a Ollanta, quien mantiene un claro liderazgo en el sur, sierra y oriente, las regiones más pobres del país.
Los intelectuales Vargas, el padre Mario e hijo Álvaro, desde el extranjero donde residen, han cambiado sus mensajes anti Humala para convertirse, según analistas peruanos que critican esa transformación, en voceros del humalismo; creen que esta se ha dado por el odio de los escritores al padre de la candidata opositora, quien cortó la aspiración presidencial del novelista.
En pocos días habrá un resultado, cualquiera que este sea, dado el carácter populista de ambos candidatos, para Ecuador es provechoso que se haya acabado cualquier duda sobre nuestros límites marítimos con el cruce de notas revérsales de las cancillerías.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO