Futuro democrático
La democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo. En las ciudades-estados griegas y aún ahora, en poblados pequeños, está se ejerce directamente: los ciudadanos se reúnen para deliberar sobre problemas, decidir y elegir representantes. He visto como funciona esa democracia en comunas de la costa, en el sur de Manabí y Santa Elena. En poblaciones mayores y naciones-estado, la democracia es representativa y funciona a través de organizaciones políticas en las que ciudadanos se unen bajo una filosofía común buscando alcanzar el poder en elecciones libres para gobernar el estado.
En un país democrático es fundamental la existencia de partidos políticos que representen a los ciudadanos, en los cuales debe haber deliberación, decisiones consensuadas y elecciones internas de dignatarios y candidatos. Hay muchos ejemplos de países en América y Europa donde existen partidos que actúan democráticamente, desafortunadamente Ecuador no es uno de ellos, porque durante los últimos lustros la mayoría de grupos o movimientos políticos que han ejercido el poder, o intentado hacerlo, han sido organizaciones autoritarias, con un líder único que ordena a los “partidarios”, castiga a los “disidentes” y dispone las políticas que se aplican frente al poder, sin que exista un verdadero ejercicio democrático.
Las actuaciones autocráticas de dirigentes de partidos en Ecuador desprestigiaron al sistema partidista, al que se llamó despectivamente “partidocracia”. El país estaba ávido de un cambio a esa forma de hacer política y favoreció con triunfos electorales al Movimiento Alianza País, sin embargo, luego de cinco años de ejercer el poder, hemos visto que esa organización es un populismo aún más autocrático que los que anteriormente dominaron el quehacer político de la Patria.
Otras características fundamentales de las democracias modernas son: la separación de poderes en ejecutivo, legislativo y judicial para evitar la concentración y abuso de los mandantes; el respeto a los derechos humanos, a la libertad de expresión, a la tolerancia religiosa e ideológica; el desarrollo económico y la búsqueda del progreso de los pueblos. Solo a través de partidos o movimientos con prácticas democráticas se logra que los estados respeten y apliquen los principios democráticos fundamentales.
Ecuador está atravesando una grave crisis política porque se ha alejado de esas prácticas republicanas. Hacemos un llamado a ciudadanos y movimientos para que se unan y se organicen en agrupaciones solidas que representen tendencias políticas, practiquen elecciones internas y preparen a sus partidarios en el ejercicio democrático. Solo con estas organizaciones se puede garantizar al país un futuro libre de gobiernos dictatoriales.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO