Chanduy, ¿puerto?
El presidente Correa y la ministra Duarte han expresado que el puerto de Guayaquil deberá especializarse en turismo y cabotaje, y plantean construir un nuevo puerto en mar abierto, entre Posorja y Chanduy, para evitar el dragado del canal de acceso a Guayaquil. Sospecho que esas declaraciones son políticas, pues no parecen tener respaldo técnico. Los mayores y más importantes puertos del mundo, Shanghái, Singapur, Hong Kong, Nueva York, Rotterdam, Amberes, Hamburgo, Baltimore, Los Ángeles o San Francisco, entre una gran mayoría, están en bahías o aguas interiores, protegidos de oleajes que dificulten operaciones de carga y descarga de mercadería.
Realmente existen pocos ubicados en mar abierto; El Callao y Valparaíso, en el Pacífico, están en bahías que los protegen, incluso gran parte de los puertos en mares como el Báltico o Mediterráneo han sido ubicados en puntos geográficos que evitan oleajes. Chanduy, si bien se ubica en el Golfo de Guayaquil, no está en sus aguas interiores, como Guayaquil, Puerto Bolívar o Posorja, que tienen protección de las islas Puná y Jambelí. De hecho, la costa del Golfo entre Data y la Puntilla de Santa Elena, es de mar bravo, periódicos oleajes la golpean desde el sur y oeste, lo que dificultaría maniobras portuarias. Los que han navegado esos mares o estudiado las cartas náuticas, conocen que esa costa se profundiza a cierta distancia del mar, por lo que en caso de que a pesar de los insalvables inconvenientes, se quisiera hacer un gran puerto ahí, tendría que construirse largos espigones y realizar un constante y difícil trabajo de dragado en abierto y turbulento mar. Ahora bien, ¿cuál es el problema con el mantenimiento del canal al puerto de Guayaquil? ¡Si ha sido dragado periódicamente desde su inauguración hace más de cincuenta años!
Mantener un calado de 11 metros de profundidad sería suficiente para que ingresen, a los puertos de la urbe, la mayoría de las embarcaciones marítimas que se utilizarán en la región en los próximos lustros. Para barcos de mayor calado, lo lógico es hacer, como la ciudad portuaria ha planificado: un muelle en Posorja, que está en aguas protegidas y a corta distancia de Guayaquil, y solo habría que dragar pocas millas para que reciba naves de hasta 15 metros de calado. ¡Eso garantizará el futuro portuario del Ecuador!
Los principales puertos del mundo, con mayor o menor calado, seguirán estando en aguas protegidas. Y estarán cerca de mercados de consumo y centros de producción, abaratando el transporte terrestre, que es siempre mayor que el marítimo, a pesar del mantenimiento de canales. Las declaraciones gubernamentales parecerían tener afán político, supuestamente contra el alcalde Nebot. Sin embargo, algunos creerían que están dirigidas contra Guayaquil y su ancestral puerto.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO