Ciudadanía universal
Contradictoriamente, los idealistas de la revolución ciudadana, mientras están en contra de los tratados de libre comercio, que tienen que ver con la globalización económica del mundo actual, propugnan el concepto vanguardista de ciudadanía universal, el cual no ha sido acogido aún por ningún estado.
El concepto de ciudadanía está generalmente determinado por el vínculo jurídico de un individuo con un estado, pero la aceptación universal de los derechos humanos desde mediados del siglo XX, ha hecho que a partir de fines del siglo pasado se plantee la idea de una forma universalizada de ciudadanía. Según Maria Fariñas de la Universidad Carlos III de Madrid, este proceso se ha visto fortalecido por “la perdida creciente de soberanía nacional de los Estados modernos estructurados como estado-nación en favor de instancias internacionales o de regiones globales, las cuales refuerzan la protección de los derechos humanos”, y por la tendencia globalizadota de las relaciones e intercambios económicos.
A pesar de que esta idea tiene sobreponer muchas dificultades, como la diferencia de desarrollo entre individuos y estados, antes de que sea implementada internacionalmente, es posible imaginar la aplicación en un futuro cercano, de una ciudadanía europea, e incluso, unos lustros después, de una latinoamericana.
La Constitución de Montecristi, sin embargo, inspirada por el ideal revolucionario, ya incluyó artículos orientados por este concepto, el art. 8, que se refiere a los ecuatorianos por naturalización, dice en el numeral 4 que lo son “los que contraigan matrimonio o mantengan unión de hecho con una ecuatoriana o ecuatoriano, de acuerdo con la ley”. No especificaron los asambleístas si ese matrimonio o unión de hecho deba tener un mínimo de tiempo, ni si los sujetos de ese derecho deben residir en el país. Esta excesiva generosidad acompañada de corrupción burocrática ha causado la masiva nacionalización de cubanos que buscan salir de la pobreza de esa isla caribeña.
El ingreso indiscriminado de extranjeros, sin ningún requisito, esta inspirado en el mismo concepto, y es una de las causas del aumento delincuencial y de la producción y trafico de drogas en Ecuador. En los últimos cuatro meses se han descubierto nueve laboratorios en diferentes partes del país, que demostraría que esa medida debe rectificarse para que el país no se convierta en un paraíso de los narcotraficantes.
Es posible que en cincuenta años exista en nuestro planeta una ciudadanía universal, pero a los ecuatorianos no nos beneficia que los políticos apliquen conceptos vanguardistas, por el contrario, perjudica a nuestro bienestar el aumento de inseguridad y desempleo que esto provoca.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO