Tránsito y Contaminación
La capital de los ecuatorianos es una de las ciudades más hermosas de América, no solo por sus antiguas joyas arquitectónicas, sino por el bello paisaje que la rodea. Pero Quito tiene dos graves problemas que afectan a sus habitantes y visitantes, y que están íntimamente relacionados: la dificultad de transito y la alta contaminación ambiental.
Los graves problemas de flujo de transito en la mayor parte del día, hacen que los vehículos aumenten el tiempo para recorrer entre dos sitios, lo que no solo afecta las actividades de los ciudadanos sino que aumenta la contaminación que produce la quema de más combustible. Aliviar, si no es posible solucionar esos problemas, debe ser fundamental en la acción municipal. Escuché un debate sobre estos temas entre los candidatos a la Alcaldía de Quito, Antonio Ricaurte y Augusto Barrera, quienes presentaron interesantes propuestas.
Es fundamental establecer un sistema integrado de transporte público, en el que los buses urbanos coordinen sus rutas con la ecovía, el trole y otras líneas rápidas de transporte que puedan establecerse. Para disminuir la contaminación todas estas rutas exclusivas deben ser eléctricas y para no entorpecer el transito vehicular los buses regulares deben salir de esas vías, como ha sucedido en Guayaquil y otras urbes en las que se ha implementado estos modernos sistemas. Es muy importante integrar el sistema existente antes que agregar nuevas rutas rápidas, las que deberán incluir trenes eléctricos que lleguen a las áreas periféricas, entre estas al nuevo aeropuerto.
Se debe construir parqueaderos aledaños a estaciones de transporte para que habitantes de los valles puedan utilizar con comodidad el sistema público y dejar sus vehículos fuera de la ciudad. Para descontaminar el centro histórico, la solución seria instalar un tranvía que lo recorra y ubicar parqueaderos convenientemente para eliminar el tránsito de vehículos privados.
Hace casi treinta años se hicieron pasos deprimidos en la 10 de agosto y esa sigue siendo la única vía rápida que existe. Otras vías, como las 6 de diciembre y Amazonas, deben tener pasos a desnivel para facilitar el tránsito. Por algún motivo que no llego a entender, en Quito no se han construido pasos elevados para disminuir los terribles embotellamientos que se producen en la urbe. Se supone que estos afearían a la ciudad, pero Guayaquil es un ejemplo en el mundo, de como esos pasos elevados han sido decorados con hermosas obras de arte que hacen atractivos a estos útiles elementos de infraestructura vial.
Haría bien el alcalde electo si analiza como otras ciudades latinoamericanas han disminuido los problemas de transito y contaminación sin construir costosísimos sistemas subterráneos.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO