Hora de concertar
Finalizada la contienda electoral y una vez que el Presidente Correa ha logrado su esperado triunfo, el país debe concentrarse en idear y aplicar estrategias que impulsen la generación de empleos, única manera de disminuir la pobreza. Cuando las economías nacionales se contraen, ya sea por causas endógenas, exógenas, o una combinación de ambas, desafortunadamente los que primero y mayormente se perjudican son los más pobres. El aumento de pobreza no solo desmejora la calidad de vida de muchos, sino que además ocasiona incremento de inseguridad que afecta a todos los ciudadanos.
La crisis internacional, la baja competitividad de la industria nacional y la incertidumbre política están afectando gravemente a la economía ecuatoriana, y para revertir los terribles efectos, es necesario que exista una concertación de esfuerzos entre gobierno, asamblea, empresarios y trabajadores. El gobierno es el principal actor en el necesario cambio: debe aplicar una estricta austeridad en el gasto público, liderar estrategias de desarrollo, plantear y aplicar incentivos para la creación de nuevos puestos de trabajo.
Para que pequeños, medianos y grandes empresarios recobren la fe en Ecuador y comprometan nuevas inversiones, la nueva Asamblea debe consensuar entre sus miembros la aprobación de modernas leyes que incentiven la producción y el Presidente Correa debe ser más prudente y menos confrontador en su estilo de liderazgo.
Los grupos ecologistas deben ser más racionales en sus aspiraciones, es justo que busquen que se minimice la contaminación en todo ámbito, pero no se puede estancar el desarrollo por idealismos utópicos. Los lideres laborales que aspiran mayores beneficios para los empleados, deben considerar el estado de miles de desempleados, que con una excesiva rigidez laboral difícilmente lograran un trabajo estable.
El pueblo mayoritariamente ha confiado su destino en Rafael Correa, quien ha logrado suficientes espacios en la Asamblea, controla gran parte de los medios de comunicación y cuenta con un buen equipo de ejecutivos, para liderar acciones que mejoren la economía nacional. La recuperación del precio del petróleo y la perspectiva de inversión minera, aumentan las oportunidades. De tener éxito la propuesta gubernamental sobre los bonos impagos, se solucionará el problema de crédito externo que afecta a los sectores público y privado.
El posible retorno de inmigrantes es una oportunidad para la generación de nuevos empleos, si muchos de ellos utilizan la experiencia adquirida en el extranjero para iniciar pequeñas y medianas empresas turísticas, industriales o comerciales. Una actitud presidencial concertadora es fundamental para que muchos ecuatorianos recuperen la fe en el futuro y se empeñen en ampliar los horizontes económicos de la nación.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO