¡Gracias Eliseo!
Gracias por decirnos con cruda franqueza la triste realidad de nuestro sistema judicial. Muchos se sienten ofendidos por tus palabras pero para nadie puede ser una novedad lo que has dicho tan simple y cándidamente. ¡Haz puesto el dedo en la llaga, y eso duele! Todos sabemos que, salvo contadas y honrosas excepciones, el Poder Judicial ecuatoriano funciona bajo influencias económicas y políticas y, claro, no nos gusta reconocerlo ni que sea un extranjero el que nos lo saque en cara.
Tus elocuentes comentarios han coincidido en su contenido con el informe de Transparencia Internacional, en el que nos clasifican como uno de los tres países más corruptos de América, compitiendo con los peores del mundo. El estudio es hecho sobre la base de encuestas realizadas a ciudadanos de cada país sobre cómo perciben el grado de corrupción. Sin embargo, algunas autoridades y comentaristas dicen que el informe es injusto con el Ecuador. Se resisten a aceptar el reflejo de nuestra realidad.
¿Se olvidan acaso de tanto escándalo bancario, del latrocinio en el Ministerio de Economía, de la compra de helicópteros inexistentes, de los despilfarros en las telefónicas estatales, de las constantes acusaciones recíprocas entre connotados políticos? En nuestro país nos hemos acostumbrado a que cada nueva denuncia de corrupción opaque a la anterior. Cuando se inician procesos judiciales, éstos por lo general se dilatan hasta caer en el olvido. Muy pocos son los casos que terminan con culpables en las cárceles.
Tu denuncia ha servido para resaltar la gravedad del fenómeno de corrupción en el Ecuador y del daño que nos causa al espantar a la inversión extranjera. En realidad, también afecta a la inversión nacional pues muchos prefieren evitarse problemas de chantaje y extorsión poniendo sus capitales en el extranjero.
¡Ojalá los partidos políticos decidan sacar sus puercas manos de la administración de la justicia y permitan depurarla! ¡Ojalá brote un líder judicial con la decisión y firmeza necesarias para realizar la limpieza del sistema!
Es verdad que tu denuncia fue imprudente, generalizada y que hablaste de cien corruptos pero no diste sus nombres. También es verdad que no has presentado pruebas específicas, pero yo entiendo que ésas no se consiguen fácilmente. Los corruptos no suelen dejar huellas.
Espero que tu osada valentía nos sirva a los ecuatorianos. Que los políticos se conduelan de los estragos que le causan al país la corrupción y su viciosa compañera: la impunidad, y luchen contra esos males. Que los ciudadanos seamos más conscientes en las próximas elecciones y meditemos con seriedad nuestro voto. Que analicemos, no sólo lo que ofrecen sino cuáles han sido los logros, cuáles los cumplimientos y también las falsedades y fracasos de los candidatos antes de decidir por quién votar. Si para eso sirve tu denuncia, gracias nuevamente Elíseo.
Dr. Benjamín Rosales Valenzuela
Publicado en: Diario EL COMERCIO